El viento

 

Dicen que el viento sopla en diferentes direcciones. Que unas veces te peina y otras de despeina. Que en ocasiones te empuja haciéndote avanzar más rápido y en otras te frena sin dejarte ni un segundo para respirar.

La tendencia del viento es una cosa imposible de modificar, pero quizás puedes girar a la derecha o a la izquierda aunque el camino sea más largo. ¿Qué importa el tiempo cuando tu fuerza te capacita para seguir caminando?

Tampoco podemos controlar la intensidad con la que sopla. Solo nos queda abrigarnos mucho y pensar que pronto se cansará de soplar, en algún momento tiene que darnos un descanso.

¿Qué ocurre cuando estamos en la playa y viene el aire muy fuerte? Pues protestamos, pero todos los años volvemos porque nos gusta y porque sabemos que detrás de ese mal rato, hay otras muchas cosas buenas.

La firmeza y entereza se consigue con trabajo, con constancia, con pasión y con mucho mucho amor propio. No vale de nada que intentemos ser felices si no sabemos reaccionar ante los imprevistos, ante lo malo, ante lo bueno, ante la vida en general.

Todos somos valiosos de una manera o de otra, pero lo que nos hace brillar es nuestra exclusividad, el ser únicos, e inalcanzables.

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